Con la pandemia los problemas que aquejaban a la Farmacia rural en España se han profundizado, requiriendo de una solución urgente para garantizar su supervivencia. Las oficinas de farmacia rurales se han visto obligadas a ampliar horarios, adelantar el pago de medicamentos y multiplicar sus visitas a domicilios para atender los problemas de salud y ayudar a los ciudadanos ante las restricciones impuestas para controlar la expansión del virus. La Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) y la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM) han elaborado un decálogo de reivindicaciones de la Farmacia rural en la situación actual, enfocado a visibilizar y concienciar sobre las graves carencias que amenazan la supervivencia de un servicio básico.
1. Establecimiento de un fondo de compensación que asegure la viabilidad económica de las farmacias rurales que prestan un servicio esencial.
2. Racionalización y pago de los servicios de guardia.
3. Establecimiento de servicios profesionales remunerados.
4. Cesión y/o ayudas municipales para los locales.
5. Legalización de la atención farmacéutica domiciliaria, cuyos servicios se han triplicado en la pandemia.
6. Desgravaciones fiscales para combustible y vehículo, imprescindibles en los desplazamientos obligatorios y habituales de los farmacéuticos rurales.
7. Acceso a los planes europeos de desarrollo rural.
8. Mejora de las telecomunicaciones.
9. Consideración de la farmacia rural como establecimiento sanitario esencial.
10. Dispensación de medicamentos de ámbito hospitalario que no requieran de monitorización.